miércoles, 24 de noviembre de 2010

recordar









Llueve en Montevideo y la lluvia me invita a recordar:

Ya les he contado sobre el mal humor de mi abuela Doña Ramona, siempre encontrando en toda situación, circunstancia o persona algún motivo para quejarse o lamentarse.
Su esposo, mi abuelo Don Toribio, era todo lo opuesto a ella, siempre lo recuerdo amable, sonriente y con algún chiste o anécdota para compartir con quien quisiera escucharlo. Desde niños al verlos cotidianamente, aprendí mi primera lección sobre el misterio de la convivencia en pareja, y es que no hay formulas preestablecidas para ser una “pareja exitosa”. Aquello de compatibilidad de caracteres no corría para nada con mis abuelos. Eran muy distintos el uno del otro. Pero sin embargo no había duda alguna de que se querían y se quisieron mucho durante los sesenta años que vivieron juntos.


Cuando Doña Ramona protestaba airadamente por cualquier motivo ((ella siempre encontraba miles de motivos para protestar) a mi abuelo parecía no afectarle las quejas.
Una vez, le pregunte como hacia para aguantar tanto mal humor todos los días: sonrío y me dijo que la abuela Ramona, en realidad no era mala, sino simplemente rezongona y que el siempre encontraba buenos motivos para seguirla queriendo.
Me dio la impresión que para mi abuelo, el mal humor de su esposa, era algo simple de aceptar y que en realidad para el no implicaba problema alguno, dado que no se lo tomaba de manera personal.
Muchos años después, su nieto(es decir yo), ante una crisis de convivencia con mi esposa realizo terapia de pareja y la psicóloga nos dice que debemos aprender a aceptarnos y a no tomarnos las cosas de manera tan personal. En ese momento sentí que mi abuelo desde algún lugar , me hacia un guiño cómplice…



Muere mi abuela Ramona y como es común en las parejas que han convivido tantos años unidos, a las pocas semanas muere mi abuelo Toribio. Mientras recuerdo y escribo esto , siento en el pecho un calor muy parecido a una caricia que quema y pienso en el significado etimológico de la palabra recordar que proviene del latín •recordari”, formado de “re”(de nuevo) y “cordis”(corazón) .
Recordar quier decir mucho mas que tener a alguien en la memoria.
El recordar a alguien implica “volverlo a pasar por el corazón”.




Y en este volver a pasar por el corazón a mis abuelos, no puedo dejar de mencionar cuando ellos me llevaban a las largas matines del Cine Atenas, un viejo cine de barrio donde vimos todas las películas de Elvis Presley, de Hitchcock , James Dean, Fred Astaire, Gene Kelly y un larguísimo etc…

Era un ritual dominguero, obviamente mucho más importante que la misa, al que siempre acudían llevando una bolsa con pastelitos preparados por mi abuela Ramona.

Fue allí en esas funciones cinematográficas donde yo descubrí una faceta desconocida de mi abuela. Cuando los viejos proyectores del cine quemaban las cintas interrumpiendo la película, el cine se venia abajo a gritos de reclamos, y mi abuela se sumaba al griterío sacando una matraca del bolso y un enorme silbato que hacían estremecer a la sala.
Parecía una niña mas sumada a la algarabía generalizada.
Nunca olvidare un domingo en que camino al cine mi abuela protestaba por el mal tiempo y que probablemente al salir nos empaparíamos por la tormenta que se aproximaba.
Mi abuelo miraba al cielo y simplemente dijo: - Bueno si tenemos que mojarnos un poco, nos mojaremos…

Quiso el destino que ese día la película que dieran fue “Cantando bajo la lluvia” y que al salir del cine, al ver que llovía estrepitosamente, mi abuela comenzó con su perorata de quejas y lamentos. Por su lado mi abuelo silbaba despacito la melodía de”Singin in the rain” mientras yo .con mis siete años, tomado de su mano, me balanceaba rítmicamente.
A las pocas cuadras también mi abuela ,olvidando su mal humor .se había sumado a cantar y recorrimos el camino de regreso a casa, chapoteando alegremente en todo charco que encontrábamos.

Con esa imagen en la memoria de mi corazón me despido cantándoles:

Cantando bajo la lluvia,
cantando bajo la lluvia,
que gloriosa sensación,
de nuevo soy feliz
me río de las nubes
tan oscuras allá arriba
el sol está en mi corazón
y estoy preparado para amar.


19 comentarios:

  1. Qué emotivo!! Me ha llegado al corazón.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Me siento tan identificado por tantos motivos, que no sabría por donde empezar. Mucho, me ha gustado mucho.

    Abrazos

    yasabesmisecreto

    ResponderEliminar
  3. Amigo Incal, llego desde Tenerife, Islas Canarias. Tiene un blog muy interesante y el tema de los abuelos me encantó. Tengo 79 años y una experiencia enorme como viejo, no así de las cosas de bloguero, donde soy un novato,
    Me gustó como llevaste el tema de convivencia entre los "viejos", yo casi los imito, llevo 56 años de casado y los que me quedan por "aguantar" que ojalá sean muchos más. Tu abuelo fué un artista de la vida, puedo decir que no debe haber otra fórmula que esa, para convivir sin grandes dificultades.
    Amigo, un abrazo desde Güimar, Tenerife, Islas Canarias.
    Jecego.

    Talvez te interese tambien mi otro blog de Apuntes para la Salud.

    ResponderEliminar
  4. ¡Pero Luis, si tenía preparado yo también un post sobre Cantando bajo la lluvia como telón de fondo! ¡Y Da Vinci...! ¡Ya lo creo que tiene miga la cosa, jajaja...!

    Bueno, querido Incal, sólo puedo decirte que llevaba mucho tiempo sin leer nada tan hermoso como lo que has escrito sobre tus abuelos. Qué exquisita sensibilidad demuestras rescatando su recuerdo de la forma y con la imágenes y música que le pones. Sí, déjame ser el policía de Bailando bajo la Lluvia, que en vez de regañaros, me pondré a chapotear con vosotros tres.
    Un fuerte abrazo, Luisito

    ResponderEliminar
  5. Hoy tu post me llegó especialmente. Es que es el cumpleaños de mi abuelo Angel, que murió hace 23 años, cuando yo tenía 15, pero todavía lo escucho silbar tangos sentado en la mesa de la cocina.




    PD: La milonga "Amores de morondanga" está en marcha.

    ResponderEliminar
  6. Un relato muy ameno. Creo que todos recordamos a los abuelos. Ahora ya soy abuela, espero mis nietos me recuerden.

    Bien escrito.

    Hasta pronto.

    Aída

    ResponderEliminar
  7. Eres increíble. Siempre llegas al corazón. Los opuestos que se atraen, la muerte cercana en el tiempo de las personas que han convivido muchos años, la forma de llevar al carácter del otro... me es muy familiar todo eso que dices.
    Y la canción es estupenda también.
    Un abrazo.
    Y muchas gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  8. Me voy con el corazón llenito de ternura, por tu preciosa historia y por haber pasado por mi corazón las tardes de domingo con mi abuela y mis primas, también íbamos religiosamente al cine los domingos y mi abuela era bastante protestona :))

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Que bonita relexión y gracias por compartir tu recuerdo. El amor es la gran gran excepción a cualquier cuaaalquier regla. No importan caracteres ni nada. Me hubiera alegrado el día ver a una abuelita gritando con la multitud y aparte con una matraca en las manos =)

    ResponderEliminar
  10. Uff... tantas cosas, como siempre... tus post son tan ricos... y mueven tanto los entimientos.... y los recuerdos...
    En mi casa la cosa era al revés, el que refunfuñaba constantemente era mi abuelo, siempre con el ceño fruncido quejándose de todo... y mi abuela, santa mujer, siempre tenía a mano una sonrisa y una travesura...!

    Siempe digo que no me gusta la lluvia... he visto esta película y esta escena más de mil veces... adoro a Gene Kelly, creo que he visto todas sus películas.... (será que envido su forma de bailar... jaja) y ésta en especial me encanta, como también me gusta mucho la música de Gershwin... pero nunca la ví como la ví hoy... nunca me detuve a escuchar su letra... "Soy feliz otra vez" dice... y en ese "otra vez" dice que se puede ser feliz más de una vez... y cuando se es feliz no importan las tormentas... :)
    Gracias por esta entrada... y estos recuerdos...
    Un beso grande

    ResponderEliminar
  11. todos somos abuelos
    todos somos nietos

    un abrazo desde chile
    buen jueves

    ResponderEliminar
  12. Nuestro buen amigo Iluso, me invitó a pasar por aquí y asomarme a la amplia y luminosa ventana que has abierto hacia el alma.
    Un hermoso post...y un hermoso blog.
    Una vez te asomas a su ventana...apetece entrar por la puerta y sentarse a charlar, charlar de todo y charlar de nada, hablar de silencios...compartir...tomar un té, o un mate, o un café, lo que se tercie y dejar que las horas vayan cayendo sobre las palabras, las confidencias, los sentimientos y las experiencias...

    ¡Un saludo...mas que cordial!

    Ananda

    ResponderEliminar
  13. cosas de la lluvia...nos llueve de nostalgias.

    (y me morí con la matraca de la abuela!)

    besos*

    ResponderEliminar
  14. Pues sí, los polos opuestos se atraen.
    Hermosa entrada dedicada a tus abuelos.

    Te dejo un cordial saludo desde Berlín.

    ResponderEliminar
  15. dices tanto.... hermosos recuerdos
    Abrazo

    ResponderEliminar
  16. Los días lluviosos invitan a recordar, sí. Me alegro de que tus recuerdos hayan sido agradables (no siempre lo son). Tu abuelo era sabio, ciertamente, qué envidia, y qué difícil es que una pareja dure tantos años queriéndose.
    un abrazo
    PD: me encanta el gatito asomado a la ventana :-)

    ResponderEliminar
  17. Gracias por los comentarios,ya pasare por vuestros blogs a dejarles mi agradecimiento.


    Besos.
    LUIS

    ResponderEliminar
  18. esta historia de amor me ha colmado el alma y me ha llevado a mi infancia en Gualeguay, donde los jueves se producia la mágica de un continuado de tres películas y la aventura feliz de ir con mi madre.

    gracias, Incal!

    ResponderEliminar


Los pájaros cantaron
al hacerse de día.
“Empieza de nuevo”,
oí que decían.
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
o en lo que aún no ha pasado.

Suenan las campanas que todavía puedan sonar.
Olvida tu ofrenda perfecta.
en toda cosa hay una grieta,
es por ahí donde entra la luz.

LEONARD COHEN