sábado, 31 de octubre de 2009

La muerte como consejera

Hay lecturas que nos marcan para siempre. Por ejemplo, Demian de Herman Hesse fue un libro de tanta influencia en mi adolescencia y juventud que cuando hubo que elegir un nombre para mi hijo,no dudamos en llamarlo Demian.
Otro libro que me marco fuerte es "El viaje a Ixtlan" de Castaneda, en mi opinión, el mejor de toda la saga de libros que cuentan la aventura y relacionamiento de Castaneda con el chamanismo a traves de ese singular personaje que es Don Juan.
Aproximandonos al día de los difuntos crei oportuno la lectura de un fragmento deViaje a Ixtlan,que se llama justamente "La muerte como consejera".




-La muerte es nuestra eterna compañera -dijo don Juan con un aire sumamente serio-. Siempre está a nuestra izquierda, a la distancia de un brazo. Te vigilaba cuando tú vigilabas al halcón blanco; te susurró en la oreja y sentiste su frío, como lo sentiste hoy. Siempre te ha estado vigilando. Siempre lo estará hasta el día en que te toque.
Extendió el brazo y me tocó levemente en el hombro, y al mismo tiempo produjo con la lengua un sonido profundo, chasqueante. El efecto fue devastador; casi volví el estómago.
-Sabes muy bien que la muerte está a nuestra izquierda, igual que tú estabas a la izquierda del halcón blanco.
Sus palabras tuvieron la extraña facultad de provocarme un terror injustificado; la única defensa era mi compulsión de poner por escrito todo cuanto él decía.
¿Cómo puede uno darse tanta importancia sabiendo que la muerte nos está acechando? -preguntó.
Sentí que mi respuesta no era en realidad necesaria. De cualquier modo, no habría podido decir nada. Un nuevo estado de ánimo se había posesionado de mí.
-Cuando estés impaciente -prosiguió-, lo que debes hacer es voltear a la izquierda y pedir consejo a tu muerte. Una inmensa cantidad de mezquindad se pierde con sólo que tu muerte te haga un gesto, o alcances a echarle un vistazo, o nada más con que tengas la sensación de que tu compañera está allí vigilándote.


Volvió a inclinarse y me susurró al oído que, si volteaba de golpe hacia la izquierda, al ver su señal, podría ver nuevamente a mi muerte en el peñasco.
Sus ojos me hicieron una seña casi imperceptible, pero no me atreví a mirar.
Le dije que le creía y que no era necesario llevar más lejos el asunto, porque me hallaba aterrado. Él soltó una de sus rugientes carcajadas.
Respondió que el asunto de nuestra muerte nunca se llevaba lo bastante lejos. Y yo argumenté que para mí no tendría sentido seguir pensando en mi muerte, ya que eso sólo produciría desazón y miedo.
-¡Eso es pura idiotez! -exclamó-. La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si es cierto. Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más que su toque. Tu muerte te dirá: “Todavía no te he tocado.”
Meneó la cabeza y pareció aguardar mi respuesta. Yo no tenía ninguna. Mis pensamientos corrían desenfrenados. Don Juan había asestado un tremendo golpe a mi egoísmo. La mezquindad de molestarme con él era monstruosa a la luz de mi muerte.
Tuve el sentimiento de que se hallaba plenamente consciente de mi cambio de humor. Había vuelto las tablas a su favor. Sonrió y empezó a tararear una canción ranchera.
-Sí -dijo con suavidad, tras una larga pausa-. Uno de los dos aquí tiene que cambiar, y aprisa. Uno de nosotros tiene que aprender de nuevo que la muerte es el cazador, y que siempre está a la izquierda. Uno de nosotros tiene que pedir consejo a la muerte y dejar la pinche mezquindad de los hombres que viven sus vidas como si la muerte nunca los fuera a tocar.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Como el yin y el yang


Pasan los días mansos

otros de tormenta vendrán

unos días soy brisa calma

y otros temporal.


Un día soy tu arco iris

tu eres mi tempestad

otros días tú eres mi valle

yo soy tu volcán.


Y como el día y la noche

se quieren abrazar

el cielo y la arena se besan

a orillas del mar.


No somos nada de otro mundo

Si no algo muy natural

Algo tan simple y claro

Como el yin y el yang


Hacia solo un par de meses que estábamos viviendo juntos, cuando compuse esta canción pensando en nuestra convivencia diaria de recién casados. Tanto amigos como conocidos nos decían antes de casarnos que éramos muy distintos el uno del otro , por aquello de compatibilidad de caracteres , viste no… me prevenía mi amiga María José.


Aquella lejana canción que compuse la titule “Como el yin y el yang” porque en realidad más que distintos nos sentíamos complementarios.


Pero navegando por Internet me encuentro con esta otra canción de Joni Mitchell interpretada por la cantante uruguaya Laura Canoura .

Y es la canción perfecta para ilustrar las idas y vueltas de la travesía amorosa que implica el vivir en pareja.

Tanto en aquel momento, cuando la escuche por primera vez, como hoy que la vuelvo a escuchar a escuchar después de tantos años no puedo dejar de emocionarme. Vaya pues esta canción, como regalo de aniversario para Mónica mi compañera de todos estos años y como homenaje para todas las parejas que aún creen y apuestan por el amor, aunque como dijera Gelman:

Me cuesta escribir la palabra amor

porque el amor es una cosa

y la palabra amor es otra cosa

y sólo el alma sabe dónde

las dos se encuentran….


domingo, 25 de octubre de 2009




Ordenar la vida

algunas proposiciones


les propongo contagiar la libertad a todos
enloquecer a los candados
desterrar de la vida tanta sombra
repartirnos los pétalos
darle un poco la espalda a los números
irnos por las guitarras hacia el hombre
por el canto a tutear a la esperanza
a decirle de vos y falta poco
por la poesía a sentirnos más cerca de la sangre
por la sangre a defender lo que peligra

les propongo legalizar lo humano
intercambiarnos sueños y palabras
oxidar las espadas
reventar los fusiles cuando ya no hagan falta
flagelar la mentira a golpes de verdad
renunciar al alambre de púas
dejar volar el ala
que el cielo continúe con su azul
que el aire siga siendo respirable
dejar salir al sol todos los días

y luchar hasta el fin
luchar
hasta que esto termine.





Rubén Derlis

viernes, 23 de octubre de 2009

SI

SI

Más alla de ideologias, partidismos, o banderas politicas existe el hombre con sus anhelos, afectos e ideales. Por el derecho a soñar otras realidades, por la dignidad y la justicia, esta vez" el voto que el alma pronuncia "es de este color.














AUSENCIAS:

Arte Visual para comprender la
Desaparición Forzada de Personas....












domingo, 18 de octubre de 2009

Dios. segun Jaime Sabines





Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos. Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida - no tú ni yo - la vida, sea para siempre. Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿que importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.



A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho frente al ataque de los antibióticos con ¡bacterias mutantes! Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble. Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento. Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia- y se agita y crece- cuando Dios se aleja. Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer mas amada, el perrito y la pulga, la piedra mas antigua, el pétalo mas tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy. A mi me gusta, a mi me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.









sábado, 17 de octubre de 2009



C O N F U S I O N de Juan José Millás





Antes de que hubiera terminado de desenvolver el regalo de cumpleaños, sonó dentro del paquete un timbre: era un móvil. Lo cogí y oí que mi mujer me felicitaba con una carcajada desde el teléfono del dormitorio. Esa noche, ella quiso que habláramos de la vida: los años que llevábamos juntos y todo eso. Pero se empeñó en que lo hiciéramos por teléfono, de manera que se marchó al dormitorio y me llamó desde allí al cuarto de estar, donde permanecía yo con el trasto colocado en la cintura. Cuando acabamos la conversación, fui al dormitorio y la vi sentada en la cama, pensativa. Me dijo que acababa de hablar con su marido por teléfono y que estaba dudando si volver con él. Lo nuestro le producía culpa. Yo soy su único marido, así que interpreté aquello como una provocación sexual e hicimos el amor con la desesperación de dos adúlteros.





Al día siguiente, estaba en la oficina, tomándome el bocadillo de media mañana, cuando sonó el móvil. Era ella, claro. Dijo que prefería confesarme que tenía un amante. Yo le seguí la corriente porque me pareció que aquel juego nos venía bien a los dos, de manera que le contesté que no se preocupara: habíamos resuelto otras crisis y resolveríamos ésta también. Por la noche, volvimos a hablar por teléfono, como el día anterior, y me contó que dentro de un rato iba a encontrarse con su amante. Aquello me excitó mucho, así que colgué en seguida, fui al dormitorio e hicimos el amor hasta el amanecer. Toda la semana fue igual. El sábado, por fin, cuando nos encontramos en el dormitorio después de la conversación telefónica habitual, me dijo que me quería pero que tenía que dejarme porque su marido la necesitaba más que yo. Dicho esto, cogió la puerta, se fue y desde entonces el móvil no ha vuelto a sonar. Estoy confundido.





miércoles, 14 de octubre de 2009

hablemos de sexo





¿Porque hablar de sexo, si bien es sabido ,que es de los temas que mas vale practicar en lugar de platicar?

Bien, pues, hablemos de sexo, siempre y cuando no nos olvidemos de lo imprescindible de practicar en lugar de teorizar.




Adelante:

No podemos negar el rol fundamental del sexo en nuestra existencia: es más, si estamos aquí hablando este asunto, es porque alguien (nuestros padres por ejemplo) se han encargado empíricamente del asunto.

Entonces, coincidimos con el poeta Cesar Pavese cuando dice que “si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí. “.
Claro que si leemos la Biblia vemos que lo relacionado con lo sexual no esta muy bien mirado que se diga. Es que la visión judeo-cristiana de la vida ,con sus culpas y castigos, no alienta mucho a disfrutar del sexo.






Mandamientos como el “No fornicaras” nos aleja bastante de considerar lo sexual como algo natural y aunque se me acuse de profano, yo comulgo más con la filosofía de Marilyn Monroe cuando despreocupadamente decía:¨ El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza¨.
Como si fuera poco a veces se remata dicho mandamiento con un poco amigable: “No cometerás actos impuros”. Permítanme al respecto citar la opinión de otra dama ¨non sancta¨, la cantante Madonna asegura que : El sexo sólo es sucio cuando no te lavas.



Por supuesto que si seguimos con la lectura del libro sagrado nos podemos encontrar con la exuberante belleza del Cantar de los Cantares y estos párrafos de indudable carácter simbólico-erótico, que han desconcertado a rabinos y padres de la iglesia por igual: “Mi amado alargó su mano por la hendidura de la puerta, y se me conmovieron las entrañas. Me levanté a abrir a mi amado; mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra abundante sobre la manilla de la cerradura” (Can 5,4-5).



Una vez más es una mujer la que nos puede aclarar estas aparentes contradicciones eróticas-bíblicas , la actriz Bette Davis afirma que:¨ El sexo es la broma más grande que Dios ha hecho a los seres humanos.¨


Por su parte, la visión marxista de Groucho dice: “Me gustaría conocer a la persona que inventó el sexo y ver en qué está trabajando ahora.”.



Es que los humoristas siempre han tenido en el sexo una muy buena fuente de inspiración . Por ejemplo veamos que nos dice Woody Allen:


-Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo.


-El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.

-El sexo sin amor es una experiencia vacía. pero como experiencia vacía es una de las mejores

-Es curioso que se denomine sexo oral a la práctica sexual en la que menos se puede hablar.






Hagamos una pausa y escuchemos esta canción :








Terminando este post quisiera recordar que el sexo al igual que muchísimas otras cosas de la vida es mas un misterio por vivir que un tema para analizar. Pero muchas veces sucede lo que D.H:Lawrence con lucidez señala :¨ El mundo esta lleno de esos seres incompletos que andan en dos pies y degradan el único misterio que les queda: El sexo.”
Y si bien es cierto que estoy lejos de ser moralista y si muy cerca de ser romántico, no puedo evitar dejar de lamentar, como dice el poeta Antonio Galas de que esta sociedad nos da facilidades para hacer el amor, pero no para enamorarnos.






Pero por sobre todas las cosas seguiré fielmente el consejo de Wayne C. Fields cuando opinaba que “el día en que lea que el sexo es malo para la salud, dejaré de leer.”

Como despedida vaya este poema de cosecha propia:



Petit mort



Con lenguaje de caricias
nuestros cuerpos tendidos al amanecer
conversan en silencio
del arte de olvidar desdichas
de celebrar encuentros
del soñar despiertos a flor de piel.

Le dicen la petit mort,
en la patria de Baudelaire.
Presiento que debe ser
porque el amor y la muerte
son cómplices del placer.












martes, 13 de octubre de 2009

Alma de Bolero





Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Julio Cortázar




Hace 2500 años , Anacreónte , poeta griego, escribió estos versos amorosos , para ser cantados con acompañamiento musical. Una lectura atenta nos permite descubrir la semejanza de este poema con el poema escrito por Cortazar.

"Yo querría convertirme en espejo,

para que tú me miraras siempre;

quisiera ser túnica

para que me llevaras puesto siempre;

yo quisiera ser, amiga mía

el agua con que bañas tu cuerpo,

la esencia con que te perfumas,

la bandeleta que sostiene tus pechos,

la perla que adorna tu cuello;

y hasta quisiera ser sandalia

porque así, por lo menos,

podría vivir a tus pies."


Esta otra canción ,quizás también, tenga que ver con este sentimiento que llamamos amor. Con ustedes : Alma de Bolero.


lunes, 12 de octubre de 2009

EL PEOR ENEMIGO




Estuve a punto de cerrar el blog .


Es que a veces me sucede esto:







sábado, 10 de octubre de 2009

Rambla de Montevideo












Cuando viví un tiempo en Buenos Aires , extrañe a mis amigos, a mi familia pero por sobre todas las cosas extrañaba a la rambla de Montevideo. Hablando luego con otros amigos uruguayos que viven en el exterior pude comprobar que es un sentimiento muy generalizado. Cuando se piensa en Montevideo viene la imagen del paisaje de río que parece mar y sus puestas de sol. La rambla no solo es un típico lugar de paseo preferido por muchos montevideanos , también es una muestra de la diversidad cultural de nuestra idiosincrasia Caminando por la rambla podemos encontrar, a poca distancia entre si, una plazoleta de la colectividad española, un monumento a Yemanya, diosa afro.brasilera, un monumento al pensador chino Confucio, el memorial del holocausto judio, el castillo del alquimista Pitamiglio , un tramo de la rambla llamada Mahatma Gandhi ,etc.…
Pero dejemos que sea Juceca el que cuenta algo de la rambla.


Puesta de sol en Montevideo.
(Juceca)










A mí me hubiese gustado estudiar astronomía, pero un día me enteré que la velocidad de la luz es de trescientos mil kilómetros por segundo, y me dije: esto es lo mismo que no saber nada. Todo lo que se me ocurrió fue que, si un auto llegara a desarrollar la velocidad de la luz, de noche no podría circular.

De cualquier manera el sol y la luna y las estrellas están ahí, y quieras que no, de tanto en tanto
uno les echa un vistazo. Desde Montevideo, suelen verse unas lunas tan impresionantes, que te hacen decir: ¡¡Mirá qué luna!!. No falta, incluso, algún poeta que quiere agregarle méritos por medio de una imagen y dice: ¡”Parece un queso”!. Y el queso es él. Francamente, para mi, la luna, aunque sea de Cuneo, al ratito de mirarla pierde interés.


El sol ya es otra cosa. Digamos entonces que cuando viene la temporada, me voy a la playa y me quedo todo el día al sol como un lagarto, aunque dicho sea de paso nunca vi un lagarto en la playa. Claro que las playas que yo frecuento no cuentan con los medios como para tener atracciones exóticas como ser tiburones, delfines o caballitos de mar. Cuando mucho, lo que se ve, es saltar la lisa, pero después de un rato aburre.
Antes me quedaba más en la playa. Cuando todavía no le habíamos hecho el buraco a la capa de ozono, me pasaba el día completo, no como ahora que hay que hacer horarios cortados y si uno se quiere mandar una dormida en la arena a media mañana, le tiene que pedir al salvavidas que lo despierte a las once, y corrés el riesgo de que el tipo se olvide, o que justo a las once haya alguno que perdió pie y tiene un rescate, y ahí uno se puede achicharrar con los rayos ultra violetas, porque viste como son los ultra cuando se ponen violetas. Y de tarde otro tanto. A las mejores horas para cocinarse y darse un chapuzón en las refrescantes aguas del mar, que como bien se sabe es entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde, hay orden estricta de no hacer sombra.



Menos mal, digo yo, que el sol no se pone al mediodía, porque entonces yo no podría quedarme en la arena como me quedo ahora, esperando que se oculte, allá, en el lejano horizonte multicolor. Yo siempre digo y le comento a los niños para inculcarles el hábito, que esas puestas son un espectáculo tan maravilloso, que no hay pintor que pueda llevarlo a la tela de su caballete.



Es imposible, además, porque es un modelo que nunca se queda quieto, y si el artista aplica una pincelada de tono nacarado, ponele, vuelve a mirar la puesta y la misma nube se le puso rosada, y de ahí se le pasó al granate, y el pintor no puede estar cambiando todo el tiempo los colores porque cuando quiere acordar, mira así, y el sol se le escondió. A mí, cuando empieza la caída del sol, que se lo ve caer, cuando se abolla un poquito de abajo por el impacto contra el horizonte y sigue bajando y se mete como una roja moneda en el lomo del chanchito, me entra una cosa. Es una emoción, una tristeza, y por allá, en el fondo, como un miedo.


Un pariente uruguayo que se había ido con su familia siendo chico, hacía veinticinco años, vino de visita a Montevideo y en un atardecer se quedó mirando a la gente que, en la playa, contemplaba el horizonte en silencio. Hombre practico, ejecutivo, me dijo que se dijo: “!Qué barbaridad, cómo pierden el tiempo los uruguayos!”.


Como él estaba de paseo, sin apuro, me contaba que se quedó mirando, y poco a poco, a medida que el sol se ocultaba, se fue impresionando con la puesta, y dice que le vino una cosa acá, y cuando el sol bajó del todo y vio que la gente aplaudía el final del espectáculo, se puso a llorar, y lloraba y aplaudía sin parar, y le corrían las lágrimas por la cara, y aplaudía, y dice que ahí se dio cuenta, y que comprendió muchas cosas. Nunca le pregunté de qué se dio cuenta ni qué cosas había comprendido. No quise saber, no fuera que después yo nunca más pudiera disfrutar una puesta de sol así, en silencio, sin bulla, cada cual con la suya.


Porque yo, en esa situación, mezcla de asombro y profundo embobamiento, rara vez pienso que el sol no se pone, no se esconde, no se entra, no baja, no se oculta, no se mueve. Rara vez se me ocurre pensar que es la tierra la que está girando, la que se está moviendo y que en ese momento yo voy de espaldas al movimiento, mirando para atrás como sentado en la tapa de la caja del camión. Y si lo pienso, enseguida lo despienso porque me gusta más la otra idea, la del sol que se pone, que se esconde, que está dando la vuelta para salir mañana por el otro lado y que la tierra, quietita, es contemplada desde los infinitos puntos del infinito. Y así me agarra la noche.








UNA CANCIÓN A MONTEVIDEO


Con su voz marinera encantada
viene un viento inventor de avenidas
viene un cerro patrón de miradas
que va hundiéndose allí en la bahía
vienen sueños
vienen pueblos...

Con su voz de boliches y grillos
vienen soles de ropa tendida
ciudadela de muros heridos
preguntando qué fue de la vida
vienen cielos
vienen fuegos...

Viene amar
viene amar
viene amar a este Montevideo

Vienen los sombreros
llenos de tranvías
vienen los tambores
llenos de glicinas
Vienen las sirenas
la radio prendida
y en medio del temporal

viene un tango en un estuche de malvón
a llorar porque ha perdido la ciudad

Viene amar
viene amar
viene amar a este Montevideo

vienen navidades
gorriones antiguos
cantores de carnaval

Esos techos de rambla infinita
esas voces con techos de nada
todo viene a esta mansa bahía
mar de fondo de nuestras palabras

viene
duele
cae en la hondura
de cada soledad

viene amar
viene amar
viene amar a este Montevideo

viene mar
viene amar
viene mar de este Montevideo



Los pájaros cantaron
al hacerse de día.
“Empieza de nuevo”,
oí que decían.
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
o en lo que aún no ha pasado.

Suenan las campanas que todavía puedan sonar.
Olvida tu ofrenda perfecta.
en toda cosa hay una grieta,
es por ahí donde entra la luz.

LEONARD COHEN