martes, 30 de noviembre de 2010

Con altura

Y era tanta la ternura

que teníamos

la certeza de

no

necesitar

mas nada.


Claro,

éramos muy jóvenes

Insolentemente

jóvenes

y aunque esto

no justifica

la ingenuidad

al menos nos dio la alegría

de equivocarnos con altura.




sábado, 27 de noviembre de 2010

La mejor obra de arte.

La mejor obra de arte
VIRGINIA GAWEL & EDUARDO SOSa


Nos hicieron. Nos hicieron mal, bien, nos lastimaron, nos halagaron, nos usaron, nos amaron, nos desecharon, nos cuidaron, nos excluyeron, nos manipularon... Hemos sido la arcilla y los demás sus alfareros. Y hemos sido a su vez inconscientes alfareros de otros. Muchísima gente vive y muere así: hecha por los demás (padres, maestros, jefes, parejas, el gobierno, la publicidad...).

Pero hay otra gente también: la alfarera de sí misma. Quien en algún punto vio cómo estaba hecho por los demás, e hizo de eso su propia arcilla. Como si fuera una pelota de plástico hundida por patadas o puñetazos, que un día dijo: "Basta!". Y juntó tanta fuerza desde su centro que comenzó a expandirse, hasta ir recobrando su digna esfereidad: aquello que nació para ser. Todos somos pelotas abolladas. Pero quizás la abolladura cobre pleno sentido si se convierte en una invitación para que la pelota active su centro y lo despliegue


Para eso hace falta un acto esencial: renunciar a quienes no somos, a lo que no tuvimos, a lo que habríamos querido que fuera, reclamándole al pasado.

La arcilla es lo que hay, no lo que "tendría que haber habido". Una persona así ya no aspira a cumplir con un ideal de sí misma (lo cual siempre es frustrante y equívoco), sino a descubrir quien realmente es, y aprovechar lo mejor de sí, haciendo de ello el sentido de su existencia. D. T. Suzuki (uno de los principales difusores del Zen en Occidente) los definió como "artistas de la vida": su obra no es necesariamente un poema o una pintura, sino lo que hacen con lo que la vida les dio. Van gestando su libertad interna con paciencia, con dedicación, con tanta pasión y desvelos como cualquier artista plasma su obra. Pero el logro principal, en este caso, no es la resultante final, sino el acto mismo de trabajar sobre sí.



Y el artista de la vida sabe que no todo saldrá como habría querido. Que al decidir hacerse desde adentro se encontrará con las consecuencias de decisiones que tomó cuando él era aún "los demás". Entonces procurará transformar esas situaciones aparentemente inmodificables en cincel para su auto-escultura: aceptará ser pulido por su aspereza, o ser lustrado por su suavidad. Quizás pueda hacerlo de a ratos, y a veces se sumerja en renegar de lo que es. Pero conservará, muy íntimamente, algo innegociable: el Intento (como le llamaba Castaneda). El Intento de ser lúcido, de ser fiel a sí mismo con la mayor lealtad de la que sea capaz. Sólo así se es autor de la propia vida, y deja uno de actuar los libretos que escribieron los demás. Suzuki lo dijo así:


“No puede esperarse que todos seamos científicos, pero estamos constituidos de tal manera por la naturaleza que todos podemos ser artistas; no, por supuesto, artistas especializados, como pintores, escultores, músicos, poetas, etc., sino artistas de la vida. Esta profesión, "artista de la vida", puede sonar a algo nuevo y raro, pero en realidad todos nacemos artistas de la vida y, sin saberlo, la mayoría de nosotros no logramos serlo y el resultado es que hacemos un desastre de nuestras vidas... [...]

Los artistas de cualquier tipo tienen que usar uno u otro instrumento para expresarse, para mostrar su capacidad creadora en una u otra forma. El escultor tiene que tener piedra, madera o yeso, y un cincel o algún otro instrumento para imprimir sus ideas sobre el material. Pero un artista de la vida no necesita salirse de sí mismo. Todo el material, todos los implementos, toda la capacidad técnica que se requieren ordinariamente, están dentro de él desde que nace, quizás aún antes de que sus padres le dieran la vida. [...] En esa persona, cada uno de sus actos expresa originalidad, capacidad creadora, su interioridad viva. No hay en ello convencionalismo, conformidad ni motivación inhibitoria. Su conducta es como el viento que sopla donde quiere. No tiene un yo encasillado en su existencia fragmentaria, limitada, restringida, egocéntrica. Ha salido de su prisión. Uno de los grandes maestros zen de la época T´ang dice: 'Un hombre que es dueño de sí mismo dondequiera que se encuentre se comporta con fidelidad a sí mismo.´ A este hombre es al que yo llamo el verdadero artista de la vida. "





Debes amar la arcilla que va en tus manos.

Debes amar su arena hasta la locura.

Y si no, no la emprendas que será en vano:

sólo el amor alumbra lo que perdura,

sólo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos.

Debes amar la hora que nunca brilla.

Y si no, no pretendas tocar lo cierto:

sólo el amor engendra la maravilla,

sólo el amor consigue encender lo muerto.

Silvio Rodriguez

viernes, 26 de noviembre de 2010

Madurar


"Madurar no consiste en renunciar a nuestros anhelos, sino en admitir que el mundo no está obligado a colmarlos.."



miércoles, 24 de noviembre de 2010

recordar









Llueve en Montevideo y la lluvia me invita a recordar:

Ya les he contado sobre el mal humor de mi abuela Doña Ramona, siempre encontrando en toda situación, circunstancia o persona algún motivo para quejarse o lamentarse.
Su esposo, mi abuelo Don Toribio, era todo lo opuesto a ella, siempre lo recuerdo amable, sonriente y con algún chiste o anécdota para compartir con quien quisiera escucharlo. Desde niños al verlos cotidianamente, aprendí mi primera lección sobre el misterio de la convivencia en pareja, y es que no hay formulas preestablecidas para ser una “pareja exitosa”. Aquello de compatibilidad de caracteres no corría para nada con mis abuelos. Eran muy distintos el uno del otro. Pero sin embargo no había duda alguna de que se querían y se quisieron mucho durante los sesenta años que vivieron juntos.


Cuando Doña Ramona protestaba airadamente por cualquier motivo ((ella siempre encontraba miles de motivos para protestar) a mi abuelo parecía no afectarle las quejas.
Una vez, le pregunte como hacia para aguantar tanto mal humor todos los días: sonrío y me dijo que la abuela Ramona, en realidad no era mala, sino simplemente rezongona y que el siempre encontraba buenos motivos para seguirla queriendo.
Me dio la impresión que para mi abuelo, el mal humor de su esposa, era algo simple de aceptar y que en realidad para el no implicaba problema alguno, dado que no se lo tomaba de manera personal.
Muchos años después, su nieto(es decir yo), ante una crisis de convivencia con mi esposa realizo terapia de pareja y la psicóloga nos dice que debemos aprender a aceptarnos y a no tomarnos las cosas de manera tan personal. En ese momento sentí que mi abuelo desde algún lugar , me hacia un guiño cómplice…



Muere mi abuela Ramona y como es común en las parejas que han convivido tantos años unidos, a las pocas semanas muere mi abuelo Toribio. Mientras recuerdo y escribo esto , siento en el pecho un calor muy parecido a una caricia que quema y pienso en el significado etimológico de la palabra recordar que proviene del latín •recordari”, formado de “re”(de nuevo) y “cordis”(corazón) .
Recordar quier decir mucho mas que tener a alguien en la memoria.
El recordar a alguien implica “volverlo a pasar por el corazón”.




Y en este volver a pasar por el corazón a mis abuelos, no puedo dejar de mencionar cuando ellos me llevaban a las largas matines del Cine Atenas, un viejo cine de barrio donde vimos todas las películas de Elvis Presley, de Hitchcock , James Dean, Fred Astaire, Gene Kelly y un larguísimo etc…

Era un ritual dominguero, obviamente mucho más importante que la misa, al que siempre acudían llevando una bolsa con pastelitos preparados por mi abuela Ramona.

Fue allí en esas funciones cinematográficas donde yo descubrí una faceta desconocida de mi abuela. Cuando los viejos proyectores del cine quemaban las cintas interrumpiendo la película, el cine se venia abajo a gritos de reclamos, y mi abuela se sumaba al griterío sacando una matraca del bolso y un enorme silbato que hacían estremecer a la sala.
Parecía una niña mas sumada a la algarabía generalizada.
Nunca olvidare un domingo en que camino al cine mi abuela protestaba por el mal tiempo y que probablemente al salir nos empaparíamos por la tormenta que se aproximaba.
Mi abuelo miraba al cielo y simplemente dijo: - Bueno si tenemos que mojarnos un poco, nos mojaremos…

Quiso el destino que ese día la película que dieran fue “Cantando bajo la lluvia” y que al salir del cine, al ver que llovía estrepitosamente, mi abuela comenzó con su perorata de quejas y lamentos. Por su lado mi abuelo silbaba despacito la melodía de”Singin in the rain” mientras yo .con mis siete años, tomado de su mano, me balanceaba rítmicamente.
A las pocas cuadras también mi abuela ,olvidando su mal humor .se había sumado a cantar y recorrimos el camino de regreso a casa, chapoteando alegremente en todo charco que encontrábamos.

Con esa imagen en la memoria de mi corazón me despido cantándoles:

Cantando bajo la lluvia,
cantando bajo la lluvia,
que gloriosa sensación,
de nuevo soy feliz
me río de las nubes
tan oscuras allá arriba
el sol está en mi corazón
y estoy preparado para amar.


domingo, 21 de noviembre de 2010

Mi abuela y Da Vinci




Cuentan mis padres que desde el embarazo, ellos me llamaban Leonardo, que era el nombre elegido por ellos mismos , especialmente por mi padre que siempre fue un gran admirador de Da Vinci. Así me nombraban y así escuche las primeras canciones de cuna que desde el vientre mi madre me canto. Pero hete aquí que unos pocos días antes del parto, mis padres como gesto de reconciliación con mis abuelos (que no veían con muy buenos ojos a su yerno) deciden que mi madrina seria mi abuela. Esta anciana (la madre de mi madre) era una vieja bastante terca y caprichosa y pide ella elegir mi nombre… y mis padres acceden, todo sea por llevarse bien, argumentan justificándose.
Es así que pase a llamarme Luis Alberto, nombre que mi abuela elige a la memoria de su primer hijo que había muerto hacia muchos años atrás,
Mi padre en un comienzo se resiste un poco diciendo que ese nombre era el de un caudillo político nacionalista que mi padre consideraba un fascista y mi abuela lo tenia como un prócer patrio. Mi abuela dice (astutamente) que no es así , que el nombre es por su hijo fallecido, lo cual también es cierto. De más esta decir que este niño muerto, en su momento se le bautizo con ese nombre inspirado justamente en este político.

El día de mi bautismo, en la iglesia, delante del cura y de mis padres inmediatamente después del bautismo mi abuela dice orgullosa: mi nieto va a ser presidente de este país como tendría que haber sido Luis Alberto de Herrera. (el susodicho político). Es obvio que igual anhelo tenia también para su pequeño hijo que murió.

Mi abuela, ya lo dije, era una vieja gruñona, manipuladora y caprichosa, pero yo la quería igual…claro era mi abuela y yo le tenia una gran paciencia, mucho mas de lo que ella tenia conmigo.

De más esta decirlo pero por las dudas lo aclaro: por supuesto que no llegue a ser presidente de mi país y no esta en mis planes el intentarlo. Todo esto ya se lo he contado más de una vez a mi psicoanalista y ella me habla de mi sublimación artística como forma compensatoria ante la frustración de no llamarme Leonardo como el famoso genio renacentista y de no ser presidente de la republica. Yo la escucho atentamente, tratando de comprenderla… es que le tengo mucha paciencia, mucho mas de lo que ella tiene conmigo.


Pero presiento que algo de razón tiene porque a veces sueño con canciones de cuna a un niño muerto, con extrañas maquinas voladoras y con la irónica sonrisa de la Gioconda.


viernes, 19 de noviembre de 2010

De carbón a diamante.



El diamante ,la piedra preciosa mas valiosa, es en su origen un humilde carbón.


Niña diamante

Hoy eres jardín pero también

supiste ser flor en el baldío

que buscó consuelo aspirando cemento

que encontró compinches del desamparo

naufragando por las calles de Montevideo.


la crueldad de los mayores puso sal en tus heridas

usaste como antídoto dosis de poesía

y aunque la desconfianza siempre se asomaba

permitiste recuperar la ternura que parecía perdida.


Cantaste una canción para ahuyentar los miedos

en ella decías que me llevarías contigo

como un tatuaje grabado en el corazón.


Nunca te lo había dicho:

pero aquel poema ,aquella melodía

fue el mejor regalo que he recibido.

Por todos los momentos que hemos vivido

agradezco al destino el haberte conocido.

Niña diamante:

vos me llamabas “ profe”

cuando en realidad era yo el que aprendía.



Hay 111 niños, niñas y adolescentes en situación de calle extrema en el departamento de Montevideo y el área metropolitana. Infamilia y el Inau idearon un programa especial para esos menores, que se llama Red de Calle Extrema.

El primer censo que hizo el Estado estuvo a cargo de Infamilia y el Inau, en el año 2007: reveló que había 1.887 niños y adolescentes en situación de calle. “Una reducción del 40% en relación al año 2003”, destacó Bango. “De esos 1.887, 111 estaban en una situación de calle extrema”, precisó.

La lucha continua…


CALLE 13 Y MERCEDES SOSA: CANCION PARA UN NIÑO EN LA CALLE





miércoles, 17 de noviembre de 2010

Roberto Arlt



Recuerdo en mi adolescencia como me impresiono fuertemente la lectura de este texto. A pesar de haber pasado tanto tiempo, hoy lo releo y siento su vigencia. Ojala estas palabras de Roberto Arlt pudieran mínimamente concientizar a los “escritores “de su excesivo sentido de “importancia personal” con que suelen considerarse a si mismos.




Si usted conociera los entretelones de la literatura, se daría cuenta de que el escritor es un señor que tiene el oficio de escribir, como otro de fabricar casas. Nada más, lo que lo diferencia del fabricante de casas, es que los libros no son tan útiles como las casas, y después…después que el fabricante de casas no es tan vanidoso como el escritor.

En nuestros tiempos, el escritor se cree el centro del mundo. Macanea a gusto. Engaña a la opinión pública, consciente o inconscientemente. No revisa sus opiniones. Cree que lo que escribió es verdad por el solo hecho de haberlo escrito él. Él es el centro del mundo. La gente que hasta experimenta dificultades para escribirle a la familia, cree que la mentalidad del escritor es superior a la de sus semejantes y está equivocada respecto a los libros y respecto a los autores. Todos nosotros, los que escribimos y firmamos, lo hacemos para ganarnos el puchero. Nada más. Y para ganarnos el puchero no vacilamos a veces en afirmar que lo blanco es negro y viceversa. Y, además, hasta a veces nos permitimos el cinismo de reírnos y de creernos genios…



Si usted quiere formarse “un concepto claro” de la existencia, viva. Piense. Obre. Sea sincero. No se engañe a sí mismo. Analice. Estúdiese. El día que se conozca a usted mismo perfectamente, acuérdese de lo que le digo: en ningún libro va a encontrar nada que lo sorprenda. Todo será viejo para usted. Usted leerá por curiosidad libros y libros y siempre llegará a esta fatal palabra terminal: “pero si esto lo había pensado yo, ya”. Y ningún libro podrá enseñarle nada.




Arlt fue un rapper, un mercachifle, un hip-hopero, el hijo de la inmigración. Vivió escuchando el sonido de la calle mientras revolvía cajones de libros usados. Se autodisciplinó y se convirtió a sí mismo en un autor. Por eso su música sigue luchando contra los que tratan de fijarlo en lecturas adocenadas y se enriquece con los que lo entienden. Es posible sentir la respiración de esa refriega, un poco animal, un poco mecánica, cuando se lo lee.

Roberto Arlt fue un escritor de verdad.

martes, 16 de noviembre de 2010

Naranjo en flor


Los dos videos de este post ,duran apenas un minuto y medio cada uño, pero son como dosis homeopáticas de sabiduría.






“Cualquier libro puede describir una técnica, pero una actitud debe ser transmitida por una persona.”

“La terapia gestáltica se distingue más por lo que evita hacer que por lo que hace. Sostiene que basta con estar conscientes; que para que se produzca un cambio no se necesita nada más que presencia, estar consciente y responsabilidad.”
“Ser responsable conlleva estar presente, estar aquí. Y estar verdaderamente presente, es estar consciente. A su vez, estar consciente es una condición incompatible con la ilusión de irresponsabilidad por medio de la cual evitamos vivir nuestras vidas”.

“La responsabilidad no es un deber sino un hecho inevitable. Somos los actores responsables de cualquier cosa que hagamos. Nuestra única alternativa es reconocer tal responsabilidad o negarla. Y percatarse de la verdad, nos cura de nuestras mentiras.”

Preceptos de la gestalt

1.- Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
2.- Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
3.- Deja de imaginar: experimenta lo real.
4.- Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa
5.- Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
6.- Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
7.- No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio
8.- Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.

9.- Acepta ser como eres.








domingo, 14 de noviembre de 2010

Por el barrio





Intente leer a Kant pero no lograba nunca concentrarme mucho.




Lo mismo me paso con Freud.


Por eso he decidido dar una vuelta por el barrio y ver que puedo aprender.












jueves, 11 de noviembre de 2010

de artes y oficios




De artes y oficios

En la tibieza de la tardecita de la rambla montevideana, pienso en todos los poemas que nunca escribí, pero que sin embargo me habitan.

Por ejemplo: hubo en mi vida un tiempo en el cual cada mañana al despertar, bostezando estiraba mis alas, y me prometía a mi mismo escribir algunos versos sobre el arte de resucitar. Por supuesto que nunca llegue a concretar ningún poema al respecto, pero de todos modos, adquirí cierta maestría en el oficio de volar.

También hubo un momento en que busque la palabra adecuada, el adjetivo preciso,el verbo correcto que me ayudara a nombrar ,aunque solo sea precariamente ,lo que siento por ti.

Entonces leí poetas con el don de nombrar todo aquello que las palabras no pueden explicar. Y si bien debo admitir que no aprendí el arte de poetizar, en cambio descubrí el oficio de permitirme asombrar.









Los pájaros cantaron
al hacerse de día.
“Empieza de nuevo”,
oí que decían.
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
o en lo que aún no ha pasado.

Suenan las campanas que todavía puedan sonar.
Olvida tu ofrenda perfecta.
en toda cosa hay una grieta,
es por ahí donde entra la luz.

LEONARD COHEN