Hasta aquí la risueña anécdota de Gelman.
Posiblemente para el fue una situación singular que como buen hombre de letras aprovecharía para contar y divertir a sus oyentes, de la misma manera en que yo me divertí cuando la leí por primera vez. Pero luego de la gracia, no pude evitar pensar o suponer los posibles desenlaces y consecuencias que tendría este hecho para la muchacha y el novio plagiador de poemas.
Permítanme compartir con ustedes, amables lectores, algunas de estas hipótesis :
Hipótesis A:
La joven corta la relación con su novio no pudiendo perdonar el engaño.
A partir de ese momento un sombrío escepticismo se apodera de su existencia;
Descree de la poesía, mira a los enamorados con sarcasmo y desconfía de todo hombre que se le acerca.
Por su lado el novio, en las dos primeras semanas de separación intenta inútilmente
recuperar el amor de su amada, pidiéndole perdón una y otra vez y enviándole flores todos los días. Flores que tirara al tacho de basura, procurando no leer el mensaje de las tarjetas que acompañan a cada ramo, por temor a encontrarse con otro plagio…
Hipótesis B:
La joven furiosa, por haber descubierto la mentira de su novio, va a la casa de una amiga intima para contarle el insuceso.
Esta la escucha pacientemente, sin interrupciones, permitiéndole de esta manera descargar su rabia y dolor llorando desconsoladamente.
Juntas toman café y la amiga de la joven engañada se anima a sugerirle, suavemente pero con firmeza, que piense esta situación desde un punto de vista totalmente diferente.
Por ejemplo que considere que en realidad su novio, no la engaño con otra mujer sino por el contrario el engaño fue para enamorarla a ella y quizás sabiéndose escaso de talento para expresar lo que sentía, decidió buscar las palabras adecuadas para conquistarla.
Una decisión equivocada sin lugar a dudas, pero bien intencionada al fin y al cabo ,y después de todo había que reconocer la sensibilidad del muchacho para encontrar el poema adecuado para el fin buscado.
Paulatinamente la joven herida deja que las palabras de su amiga le lleguen al corazon y termina convencida que el plagio en realidad más que un fraude fue un acto romántico, muy difícil de encontrar en estos tiempos.
Esta nueva percepción del hecho, hace que nuevos bríos recorran su cuerpo y por esas cosas extrañas que tiene el amor, siente con fuerza como se renueva la pasión por su novio…
Podríamos seguir con nuestras hipótesis, pero no queremos aburrirlos con más suposiciones y conjeturas. Por el contrario nos sentiríamos felices si se animan a comentarnos cuales son los posibles desenlaces que pueden ustedes imaginar.
Antes de finalizar estas reflexiones, quisiera sugerir que en lugar de caer en la tentación de cometer fechorías y artimañas para conquistar a alguien, mejor seria recuperar la fe en nuestra capacidad de seducción
Por eso les dejo aquí este pequeño video como estimulo e invitación a recuperar dicha capacidad.
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Me ha encantado este escrito que auna amor, poesía y seducción, Luís. Realmente magnífico.
ResponderEliminarTe felicito y prometo regresar pronto.
Un abrazo fuerte.
Hola Luis!
ResponderEliminarSi bien no fue muy honesto de su parte, el muchacho tuvo que buscar, leer y elegir el poema más adecuado...Me quedo con la hipótesis 2...
Aunque, para ser sincera, no sé cómo reaccionaría si me sucediera a mí.
Siempre digo que tenemos que aprender de los animales, si los observamos bien, hacen las cosas mejor que los humanos.
Saludos!!
Hola!
ResponderEliminarYa había estado espiando tu blog antes, muy interesante y es verdad, me vi reflejada en varias cosas, tenías razón! :)
Adoro a Gelman y además, escucharlo recitar sus propios poemas es otro placer...
Y bueno, el pibe no fue muy inteligente en elegir autor, debería haber buscado alguien menos conocido jaja, pero en realidad, en la conquista, todos nos ponemos las falsas plumas de pavo real de alguna u otra manera, conciente o inconcientemente y cuando se caen agarrate y haber como seguimos jaja, yo lo alentaría a que se anime a escribirme algo suyo, porque tal vez el problema fue ese, por inseguridad, busco las palabras de otro...
Me encantaron los caballitos de mar!! Como se iluminan, hermosos!! A nosotros nos pasa lo mismo en realidad, pero solo con ojos muy abiertos de puede apreciar...
Besos!!
Publico este comentario en agradecimiento al tuyo en El Pizarrón de Vicente López. recién lo encuentro ya que no suelo verlo por cuestión de tiempo, pero tu mensaje me llenó de optimismo como para poder seguirlo. Estaremos en contacto. Gracias. Carlos
ResponderEliminarSoy una gran admiradora de Gelman, y disculpo absolutamente al novio por el buen gusto que tuvo al elegir a Gelman para seducir a su novia.
ResponderEliminarNo es el primero que lo hace.
Claro queno tenía necesidad de mentirle en cuanto a la autoría del poema.
Debía de haberle dicho la verdad.
Sea como fuere, no le quitq ni un ápice de interés a tu trabajo.
Es interesante hasta el final.
Un abrazo Luis.
Seducción. Nunca he sabido bien bien de que se trata, he visto a los animales, que sacan pecho, que pavonean alrededor, incluso como los caballitos, que se entrelazan de la cola...pero en las personas...no se...la seducción creo que por si sola no se sostiene por largo tiempo, es mucho mejor ir entrando poco a poco al interior de la otra persona, siendo tal cual, para evitar futuros chascos mutuos,la seducción es un juego,el amor es algo más serio...calidad o cantidad, profundidad o superficialidad, cada cual elige, siempre y cuando los dos estén de acuerdo...
ResponderEliminarMuy bueno tu post, a la anécdota de Gelman y a las hipótesis que surgieron en consecuencia (y la cantidad que podrían seguir surgiendo) el broche de oro lo dio el video. ¡Impresionantemente tierno!
ResponderEliminarUn abrazo.
Saludos.
ResponderEliminarPuede que sea posible una hipótesis C, o D... aquello llamado amor debe tener un número de posibilidades infinitas.
Gracias por tu comentario en mi blog, es la primera vez que alguien escribe desde Uruguay, país que lamentablemente no conozco, pero que se me hace tan bohemio...
Éxitos!