martes, 12 de octubre de 2010

jade

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Un joven en la antigua China quiso hacerse joyero. Para ello se presentó a un maestro joyero y le suplicó que lo admitiese como aprendiz. El joyero lo aceptó, le puso una piedra de jade en la mano, le dijo que cerrase la mano y la mantuviese así durante un año.

No fue fácil para el joven aprendiz pasarse un año entero con la piedra en la mano sin soltarla nunca ni de día ni de noche, soportando las bromas y el ridículo antes sus amigos y conocidos. Pero aguantó todo el año, se presentó al maestro, abrió por fin la mano, y le devolvió la piedra.

Ahogando las ganas que tenía de protestar por tan larga e inútil prueba, dijo respetuosamente al maestro: “La primera lección ha sido dura. Decidme, ¿puedo comenzar mi verdadero aprendizaje ahora?” El maestro tomó otra piedra y fue a ponérsela en la mano. El aprendiz protestó que ya había tenido bastante con un año y no estaba dispuesto a pasarse otro año en tan inútil penitencia. Pero el maestro insistió, le colocó la piedra en la palma de la mano y le cerró los dedos sobre ella.

Entonces el discípulo exclamó: “¡Pero esto no es jade!” Y el maestro le respondió: “Ya has acabado el aprendizaje.”


La palabra "jade" sugiere misterio. En chino, "jade" (yü) se emplea para referirse a una piedra hermosa y delicada, de color cálido y lustroso, y tallada con destreza y primor.



La escuela de pensamiento confuciana siempre ha elogiado encarecidamente las cinco virtudes del jade, comparándolas con las cinco virtudes del “hombre verdadero”. El brillo del jade simboliza la benevolencia, su transparencia la justicia, su tono, la sabiduría, su solidez el coraje y sus vetas honestidad y autocontrol. Aquellos que aman el jade deben ser “hombres verdaderos” y comportarse de acuerdo con las cinco virtudes.


Esta canción es una “piedra preciosa”…



11 comentarios:

  1. Me encanta pasar por aquí. Siempre aprendo algo.
    Un abrazo, maestro.

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  2. pues a mi me encanta que tu pases por aquí.

    Besos.

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  3. Una piedra preciosa es tu espacio estimado Incal.
    Gracias, una vez más. Gracias, siempre
    Beso!

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  4. Hermosa piedra el Jade.Soy amante de las piedras.

    Pasate por Los Pasos del Alma que tienes un regalito Incal.Besos

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  5. Conozco poco de las piedras y en rara ocasión he conocido hombres que quieran hacer ya esfuerzos de convertirse y hacerse a ellos mismos bajo todas esas virtuosas premisas que mencionas.

    Sin embargo...esas son las causas que animan mi día a día en el deseo que ahora me mueve.
    Cuánto deberíamos aprender en la cultura occidental de la oriental...

    Un beso, Incal.

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  6. es tan importante distinguir el jade, como distinguir una piedra cualquiera, la cuestión
    es saber lo que tienes en la mano...

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  7. Me encantan la spiedras pero no conocía las virtudes del jade... siempre se aprende en tu blog...
    De la canción me quedo con estas frases:

    "Estas perdiendo el tiempo
    pensando, pensando, y estas fuera de la vida
    jugando y perdiendo."

    "Tu ser sin querer se abrirá de la luz
    se irá sin saber que lo amaban..."

    Un beso grande

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  8. ...pienso entonces que:los hombres verdaderos deben ser capaces de reconocer "al tacto" las miserias y virtudes,que suelen tener entre las manos. Precioso tu relato, un abrazo

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  9. Los cuentos chinos siempre tienen ese yoquesé que me deja un poco en silencio.
    Aunque esta vez me daré la libertad dejarle un saludo.

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  10. Interesante el pasear por tus letras, se dice que…” Nunca te acostaras sin saber algo nuevo”
    Me ha encantado pasar por tu blog.

    Gracias por tu comentario.
    Saludos

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  11. Me ha encantado, reconozco que soy bastante ignorante de este tema, así que me ha gustado doblemente.
    La canción maravillosa, efectivamente es una joya.
    Un abrazo Luis

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Los pájaros cantaron
al hacerse de día.
“Empieza de nuevo”,
oí que decían.
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
o en lo que aún no ha pasado.

Suenan las campanas que todavía puedan sonar.
Olvida tu ofrenda perfecta.
en toda cosa hay una grieta,
es por ahí donde entra la luz.

LEONARD COHEN