
Dije que el alma no es superior al cuerpo,
y dije que el cuerpo no es superior al alma,
y nada, ni Dios siquiera, es más grande
para uno que lo uno mismo es,
y quien camina una cuadra sin amar al prójimo
camina amortajado hacia su propio funeral,
y yo o tú podemos comprar la flor y nata
de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo
en el bolsillo,
y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano
en su vaina, desconcierta las enseñanzas
de todos los tiempos,
y no hay oficio ni empleo en el que un joven
no pueda convertirse en héroe,
y el objeto más delicado puede servir
de eje al universo,
y digo a cualquier hombre o mujer:
que tu alma se alce tranquila y serena
ante un millón de universos.

Interesante, tanto sus palabras como su mirada.
ResponderEliminarUn saludo.
Viejo Walt Whitman, tus ojos miran la eternidad y la convocan en cada uno de los que nos extasiamos con tus poemas y tiramos luego las palabras por la borda para quedarnos con el tuétano.
ResponderEliminarMiguel
me encanta tu blog,muy buena entrada..beso
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