miércoles, 15 de diciembre de 2010

están allí...






Están allí, pintadas en las paredes y en los techos de las cavernas.
Estas figuras, bisontes, alces, osos, caballos, águilas, mujeres,
hombres, no tienen edad. Han nacido hace miles y miles de años,
pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos, pintar de tan
delicada manera? ¿Cómo pudieron ellos, esos brutos que a mano
limpia peleaban contra las bestias, crear figuras tan llenas de gra-
cia? ¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que es-
capan de la roca y se van al aire? ¿Cómo pudieron ellos…?
¿O eran ellas?

Eduardo Galeano
Espejos


7 comentarios:

  1. El arte como sublimación...ir más allá y transcenderse a sí mismo.
    Saludos,
    Patricia

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  2. Cuando empezarán los animales a pintar al hombre matando al hombre, y tal vez en nombre de los dioses. Un gran abrazo.

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  3. Así es el hombre ( o la mujer); está lleno de contradicciones.
    Un abrazo.

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  4. Hola Luis, humildemente pienso que no hay contradicción, porque el arte no es algo intelectual, sale del espíritu, de la propia escencia, y en ese sentido ellos estaban muchísimo menos contaminados con paradigmas y prejuicios.
    ¿Qué increíble no? y pensar que en esta contemporaneidad, para algunos el buen arte, pertenece a una pequeña elite, de estudiosos del tema, ya fuera pintura, escultura, música o letras.
    Creo que hemos obstaculizado tanto el camino de expresión artística del alma, que en lugar de sentirla, la tenemos que estudiar.

    Un fuerte abrazo!!!!

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  5. Quizás es que no eran tan primitivos como nos los han mostrado.
    Además tenian algo a favor:No existia la televisión.

    Besos

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  6. Eran ambos, hombre y mujer, qué sería del arte si faltar alguno de ellos?

    Besos.

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Los pájaros cantaron
al hacerse de día.
“Empieza de nuevo”,
oí que decían.
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
o en lo que aún no ha pasado.

Suenan las campanas que todavía puedan sonar.
Olvida tu ofrenda perfecta.
en toda cosa hay una grieta,
es por ahí donde entra la luz.

LEONARD COHEN