Pongámonos de acuerdo:
No intentare convencerte de que si me besas
abandonare mi humilde condición de sapo.
Obviamente desisto de ser tu príncipe azul
Tampoco intentare convencerte de que seas
algo distinta de lo que realmente eres.
Solo quiero invitarte a chapotear en mi charco
antes de que sea tarde, antes de que caiga el sol
antes de que me arrepienta de tanta sinceridad
Muy bueno Luis, me he reído mucho con tu post. Mejor no intentar cambiar a nadie, de todas formas es imposible, mejor nos aceptamos tal como somos, y a disfrutar de lo bueno. Siempre genial. Besos
ResponderEliminarQue dulce eres!!!
ResponderEliminarNo hay declaración de amor más certera, ni aceptación más grande, que aquella que se basa en el conocimiento de la realidad, en la negación del cambio para que funcione.
No esperar que cambie y cambiar la mentalidad de lo que nos diferencia nos empequeñece.
Quiere como soy porque realmente es la única forma de sentirme amada...
El Principito decía que lo escencial es invisible a los ojos. La sensación que tengo es que la mayoría sólo ve con los ojos físicos.
ResponderEliminarMuy bello el texto Luis, de una sinceridad abrumadoramente tierna.
Un saludo.
Intentar cambiar a alguien es un signo de arrogancia e inseguridad extremo.
ResponderEliminarDe todas maneras, siempre he preferido besar a un príncipe para que termine convertido en mi sapo preferido antes de que suceda lo contrario porque no confío en los sapos devenidos en príncipes.
Y ahora que dije tantas veces la misma palabra me dieron ganas de escuchar la canción "Cuando los sapos bailen flamenco" y hacia allá voy.
ps: tu post me enterneció.
lindo el texto, linda la viñeta
ResponderEliminarsaludos
Pablo
Una invitación a chapotear en los charcos antes que a creerse cuentos de príncipes y princesas. La realidad puede que no pueda competir con la fantasía, pero si eres un buen sapo o una buena ranita, puede ser mucho más agradecida y divertida
ResponderEliminarCroah!, Luisito. Estoy disfrutando con tus posts antiguos tanto que ya no sé si estoy leyendo o chapoteando.
por algo se empieza... ¿y qué mejor empezar una "relación", de lo que sea... , que con sinceridad?
ResponderEliminarme gusta la valentía del sapo, que no se hace de menos ni se acompleja... (creo que debería consultarle qué psicólogo visita ... ggg)
un abrazo luis
isla
jaja... pues a ver si acepta el trato, tal vez si te haga caso y sólo x serle sincero...
ResponderEliminarun saludo!
Que bien la sinceridad... Por suerte abunda cada día más ;)
ResponderEliminarGracias! Besos
Si, chapoteemos y luego ya veremos...
ResponderEliminarBesos
que maravillosa invitación , eres el mejor sapo que una princesilla puede encontrar por ahí , yo chapaotearía contigo sino tuviera un sapito croador ...pero tu ...tienes varias candidatas que estan dispuestas a aceptarte ...suerte la tuya ....prueba y veras jajaja ¡atrévete !
ResponderEliminarNo podía no pasar.
ResponderEliminarMe recordaste un soneto de Baldomero Fernández Moreno:
"Soneto de tus vísceras"
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos...
Yo soy un sapo negro con dos alas.
saludos
pd: las citas de aquí al costado... son sencillamente hermosas
¿Aún quedarán príncipes azules?
ResponderEliminarSólo las ranas lo saben...
Original, me gustó.
Un saludo.
El cambio da pánico, y la individualidad más.
ResponderEliminarMe encantó......!!!
ResponderEliminarSi aprendiéramos de una vez que no debemos cambiar a nadie si no aceptarlos como son... y que podemos chapotear en el mismo charco aunque seamos diferentes... seríamos todos mucho más felices...
Hermoso relato....!!!